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Vida moderna y obesidad.

10 de Marzo de 2020

Gran cantidad de las personas que presentan sobrepeso u obesidad manifiestan a su vez sensación de fracaso y culpa que limita el desarrollo de sus actividades con plenitud. Por un lado, se tiene la equivocada impresión de que la delgadez es sinónimo de éxito. Es un mensaje implícito en el bombardeo publicitario que recibimos diariamente a través de diversos medios de comunicación, por lo que es fácil cuestionarnos si en nuestra condición física nosotros mismos lo somos. Mientras que, por otro lado, el no poseer una figura al menos cercana a los estrictos estándares de belleza se asocia con pereza y falta de carácter.

Vale aclarar a todos que a nuestro alrededor ocurren una serie de eventos y factores que nos vuelven blancos fáciles de estos padecimientos; sobrepeso y obesidad, y el malestar anímico que les acompaña.

La OMS define a la obesidad y el sobrepeso como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede representar un riesgo para la salud. Le ha catalogado como la pandemia del siglo XXI y a su paso reflexiona cuáles han sido los causantes del crecimiento desmedido de la población con estos padecimientos.

Sería limitante para su estudio suponer que la falta de voluntad o disciplina de los individuos es suficiente para llegar a estos niveles universalmente elevados, por lo que en la observación globalizada se listan en los primeros puestos; las exigencias de la vida moderna y la irresponsabilidad de la industria alimentaria.

Recapitulando rápidamente sobre un día ordinario; ¿Qué tiempo dedicas a actividades obligatorias previas a salir de casa? ¿Qué tiempo empleas para el traslado de un lugar a otro? Luego viene el tiempo en el que permanecemos en un mismo sitio sentados cumpliendo con diversas responsabilidades, reduciendo el disponible para comprar, preparar e incluso ingerir nuestros alimentos. El tiempo se ha convertido en una posesión preciada por lo que elegiremos las opciones que ayuden a ahorrarlo al máximo.

Ahora, si nos encargásemos de contabilizar la cantidad de anuncios publicitarios dedicados a la comida chatarra en una hora de televisión abierta; los negocios en nuestro trayecto que ofrecen a la venta productos de baja calidad nutricional; los alimentos altos en azúcar y/o grasas presentes en nuestras áreas de trabajo o de convivencia, quizá nos sorprendería. Todos de fácil y rápido acceso, lo que congenia de maravilla con nuestras apresuradas actividades diarias.

Pareciera que alimentarnos de manera saludable se ha convertido en una actividad de alto rendimiento y exigencia creativa.

Sin duda es importante que entre todos los factores que influyen en la sobreingesta de alimentos de escaso valor nutricional te responsabilices de tu papel en el cuidado de tu salud integral y te involucres orientado a la educación y al esfuerzo diario que esto requiere, apoyado por especialistas en el tema que te ayudarán a llegar a las metas que te plantees teniendo como propósito principal sentirte en armonía con tu cuerpo, cómodo, capaz y satisfecho.

 

La delgadez no es fuente de felicidad, la salud es reflejo de la misma.

Psico. Carolina Guillén M. 

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